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Historia de la Charrería

En México a mediados del Siglo XVI durante la Colonia Española debido a la gran cantidad de Trabajo, algunos Hacendados decidieron Emplear a Mestizos e Indígenas en labores del Campo, a pesar de que lo tenían prohibido les asignaron tareas tales como, lazar caballos y Potros Salvajes para domarlos y jinetearlos.

Hasta mediados del Siglo XVII se expidió el primer permiso, para que Mestizos e Indígenas pudieran ayudar a los hacendados con la realización de las tareas del campo montando un caballo.

Fue así como en todo México comenzaron a labrar Habilidades Únicas para manejar el ganado, habilidades que ni siquiera los españoles habían desarrollado. Perfeccionaron sus propios métodos e intercambiaron entre ellos usos y costumbres, creando de esta manera, la Imagen del Charro.

En las épocas de la Colonia, Independencia y Revolución, los charros consolidaron su figura debido a sus grandes hazañas y su concluyente participación en los campos de batalla.

Hasta el Siglo XX después de la Reforma Agraria, la Charrería comenzó a conformarse como un deporte y como una de las Tradiciones Mexicanas más representativas de nuestra cultura en el Mundo; en ella se exalta el valor, la habilidad y la hombría del charro; la energía, voluntad y la estampa del caballo, todo ello enmarcado en una Fiesta de Música y Color.

El Traje de Charro es el traje típico con que se identifica a México en el mundo, y dado lo elegante e imponente se ha adoptado como Traje Típico de nuestra Nación. La indumentaria del Charro conserva los detalles originales, detalles que van desde el Sombrero hasta LOS BOTINES.

«Charro que Porta Orgulloso su Traje … Usa Potro Salvaje».

Bibliografía: